¿Qué preferirías? ¿Una tienda donde todos los productos estén presentados de una manera atrayente y faciliten su compra o un establecimiento donde esté todo desordenado? La respuesta es sencilla, ¿verdad?

Pues para llevar a cabo este orden, es necesario diseñar planogramas. Pero, ¿qué es un planograma? Ahora mismo, te lo contamos.

¿Qué son los planogramas?

Un planograma es la representación visual de la ubicación de los artículos de una tienda. Un diseño ad hoc que tiene como objetivo principal maximizar las ventas del establecimiento, así como el espacio destinado para la colocación de los productos.

Creados por un equipo de marketing, comercio y publicidad, los planogramas son auténticas herramientas estratégicas para la comercialización de los productos. El diseño de los planogramas se establece con absoluta precisión, determinando el cómo, cuándo y dónde colocar los artículos para así conseguir un excelente resultado. Es decir, mediante este gráfico, se podrán conocer datos como los tipos de expositores empleados y qué artículos en concreto encontrará el público en los mismos.

Los planogramas favorecen la venta de productos y, por tanto, el aumento de ingresos. Además, otra de sus ventajas principales es el uso positivo del espacio: permiten aprovecharlo y también llevar un control riguroso de las mercancías, lo que evita la falta de stock.

Por todo ello, no es extraño que los planogramas sean clave en la gestión de categorías en el sector retail.

La importancia de los planogramas en la gestión de categorías

La gestión de categorías permite hacer más eficiente la cadena de suministro, llevando beneficios directos y tangibles al consumidor. Y es que son muchos los artículos que podemos encontrar en un establecimiento comercial, por lo que una correcta gestión es del todo necesaria para mostrar de una manera clara, precisa y ordenada a los clientes estos productos.

De este modo, la gestión de categorías está presente en el punto de venta con el cliente final, fusionándose con otro tipo de estrategias comerciales como el Trade Marketing o los propios planogramas.

En función de la distribución de los productos en los expositores de las tiendas, encontramos diferentes tipos de categorías:

  • Categorías destino: Es la más importante. Es el tipo de categorías que contiene los productos con mayor rotación y que, por tanto, influyen más en la decisión del cliente sobre acudir o no a un establecimiento. Leche, aceite, detergente… son algunos ejemplos.
  • Categorías de conveniencia: Estas categorías satisfacen necesidades puntuales de los clientes, a través de productos de sustitución. Es el caso, por ejemplo, de pilas, vasos de usar y tirar o artículos de cocina.
  • Categorías de rutina: Como su propio nombre indica, esta categoría abarca productos necesarios en el día a día del comprador. Papel higiénico, leche, café, pienso para mascotas, etc.
  • Categorías de compra ocasional: Son categorías que contienen artículos que se adquieren por temporadas o en fechas concretas. Turrones por Navidad, crema solar en verano, artículos de papelería para el inicio de curso… son algunos ejemplos.

De este modo, la gestión de categorías es esencial en los planogramas. Implementar los planogramas en función de la gestión de categorías es una de las estrategias más demandadas por los puntos de venta, debido a su éxito.

Por ejemplo, el planograma de un supermercado se creará dependiendo del tipo de producto que se vaya a vender, teniendo en cuenta sus características (dimensiones, peso…), la periodicidad de su uso, si es de temporada o no o a qué tipo de público está destinado, entre otros.

Características de los planogramas

Los planogramas cuentan con una serie de características que se emplean para crear esos expositores que cautivan al público, mejorando su experiencia de compra. Estas son las principales:

  • Ubicación: Nos referimos a la ubicación del estante, a su altura y el lugar para colocar ciertos productos, teniendo en cuenta la visión del cliente.
  • Jerarquía: Es fundamental establecer un orden de prioridades en la venta de los productos, de ahí que se agrupen en función de su importancia.
  • Surtidos: Consiste en agrupar diferentes productos en una misma categoría. Por ejemplo, si se trata de un expositor sobre ‘la vuelta al cole’, encontraremos cuadernos, mochilas, estuches, lápices, etc.
  • Merchandising: Así se denominan a los tipos de planogramas pensados para una única marca. Estos estantes recogen diferentes productos de esa misma empresa.

Sectores donde los planogramas cobran especial sentido

Entonces, ¿dónde emplear planogramas? En cualquier tipo de establecimiento comercial. No obstante, suelen tener más presencia en el sector retail, y no solo en comercios minoristas, sino también en establecimientos como grandes almacenes o supermercados, donde la cantidad y la variedad de productos es importante.

De este modo, podemos encontrar desde un planograma de un estante de maquillaje en una farmacia, hasta el de sección de hogar de una gran cadena de supermercados.

Eso sí, este trabajo de marketing y ventas debe estar realizado por verdaderos profesionales del sector, capaces de ofrecer con éxito todo tipo de servicios de distribución para empresas.

¿Cómo se diseñan los planogramas de un negocio?

Para llevar adelante el diseño de los planogramas de una empresa, es imprescindible realizar una investigación previa y a fondo de los clientes de dicho establecimiento. Comprender qué es lo que busca el público, mejorar su experiencia de compra, y optimizar el espacio de la tienda o del expositor.

Una tarea que requiere del apoyo de un equipo experto, como el que tenemos en Imprex. En Imprex ofrecemos soluciones integrales para empresas, y entre nuestras múltiples tareas, también se encuentra la de generar planogramas eficientes. Para más información, no dudes en contactarnos.